Este perro, ya bastante entrado en años, me recibía con un lastimero ladrido (no me extraña teniendo en cuenta que debía llevar toda su vida atado a una cadena) y me pareció un motivo precioso para retratar.
Este perro, ya bastante entrado en años, me recibía con un lastimero ladrido (no me extraña teniendo en cuenta que debía llevar toda su vida atado a una cadena) y me pareció un motivo precioso para retratar.