Aunque la tarea de incubar los huevos está repartida entre ambos sexos, la parte más dura les toca a las hembras ya que son ellas las que, en la mayoría de los casos, incuban de día, muchas horas y en ocasiones bajo un sol abrasador.
Aunque la tarea de incubar los huevos está repartida entre ambos sexos, la parte más dura les toca a las hembras ya que son ellas las que, en la mayoría de los casos, incuban de día, muchas horas y en ocasiones bajo un sol abrasador.