Este día me dirijí al puerto de A Guarda como de costumbre para pintar las gaviotas que suelen utilizar la rampa del puerto para descansar. Pero esa mañana, la lluvia se hizo cada vez más persistente y fuerte, de modo que no me pude bajar del coche para nada. Este joven del año de Gaviota patiamarilla, aguantaba el chaparrón como buenamente podía, agachándo la cabeza y cerrando los ojillos.
Acuarela sobre papel Arches de 300 grs. Original no disponible, sólo reproducciones de alta calidad.
23×31 cm