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09/04/2018

Leopardo sesteando. P. N. Samburu, Kenia

Tengo una anécdota curiosa sobre este leopardo. Ocurrió durante un safari en el que participé hace un par de años en el P. N. Samburu, en Kenia. Nos avisaron por radio de la presencia de unos de los big five, una hembra preciosa de leopardo que se encontraba sesteando en una rama de una acacia. Nuestro chófer, Makini, acudió raudo y veloz al ancuentro de nuestro soñado felino y cuando llegamos ya se habían presentado en el sitio otros coches de otras excursiones.

Yo quería tener una buena perspectiva del animal y la mejor forma de tenerla era que Makini me cambiase su sitio y yo me pudiese echar más hacia atrás y no estar tan adelantado. Makini, valiente como ninguno, se bajó del todoterreno, rodeó el coche por fuera y yo me puse en su sitio, con tan mala suerte que al hacerlo me apoyé en la bocina, situada en el volante.

Aquel bocinazo sonó como nunca una bocina lo había hecho, es más, creo que la maldita bocina estaba esperando a que algún estúpido como yo hiciese tal cosa para poder sonar como nunca y gritar a toda África que un imbécil estaba haciendo lo que bajo ningún pretexto se podía hacer en un santuario como aquel.