A finales de verano y principios de otoño, estas aves llegan a nuestros campos desde el norte de Europa. Forman dormideros grandes, llegando a juntarse varias decenas de individuos que van llegando Al dormidero según desaparece el sol.

Su canto, cuando levantan el vuelo, es un leve pero intenso “bisbit” o “pipit” muy característico que les ha dado su nombre común.