Este día me dirigí al estuario del Miño para ver si me encontaba otra vez con el águila pescadora. No tuve suerte de verla de nuevo, pero a cambio recibí la visita de esta maravilla ornitológica, un juvenil de Esmerejón, Falco columbarius.

Acuarela sobre papel Arches de 300 grs.

23×31 cm