Día de mucho viento en la desembocadura del río Miño, en Camposancos. El viento sopla tan fuerte que es imposible moverse ya que a la mínima que te muevas, la arena te golpea en la cara y el dolor es insoportable. No sé cómo agunataban estos zarapitos con los ojos abiertos.
Acuarela sobre papel Canson Moulin du Roy
30,5 x 40,5 cm