En la Galicia, esta especies es común y se le puede observar a menudo en zonas donde haya cierta cobertura arbolada, incluso en parques y jardines de las ciudades.
En invierno, sus efectivos aumentan al unirse a las poblaciones residentes, ejemplares procedentes de latitudes más norteñas. También forma bandos mixtos con otros congéneres como el Zorzal alirrojo (Turdus iliacus) y el real (T. pilaris), también de origen norteño.