Vuelvepiedras…
Los vuelvepiedras son de las limícolas más complejas de pintar, al menos para mí. Esos tonos cobrizos, terrosos y negros me lo ponen muy pero que muy difícil. Si a esta complejidad de colores, tonos y semitonos añadimos que las aves no siempre están donde queremos, es decir, en el mejor sitio para ser retratadas,…